Protégeme...!
¡Protégeme… protégenos…!
Alza
tu brazo y responde a las agresiones gratuitas y sin causa alguna que se han
levantado contra mí… contra nosotros… “Dios no puede ser burlado, todo lo que
el hombre sembrare, eso también segará…” y no dará por inocente al culpable; ni
hará oídos sordos ante las inocentes quejas de quienes son víctimas del crimen
y la impunidad; de quienes aparentemente les ha sonreído una suerte mentirosa “por
un tiempo ya contado…” que las circunstancias no pueden contener: especialmente
cuando la muerte inevitable toca a la puerta, de la cual todos sabemos:
participaremos “todos”.
¿Hablar
de cosas bonitas? ¿Para qué? Eso déjalo para aquellos cantantes que nos trasladan
de esta realidad y que nos han dado tanto con su arte, hablando de amor:
Palabra tan manipulada en los últimos tiempos… Pero que sin embargo esos
cantantes, esas historias, esos libros, esas imaginaciones benditas nos ayudan
a alimentar la esperanza de algo diferente… basado en la verdad invisible que
sustenta todas las cosas. Hasta que
llegue su manifestación final… tocando la pureza bien de cerca...
¿Maldición?
A veces no hay que tenerle miedo a esta palabra. Hay muchas formas de hacerlo… Dios lo hace
todos los días cuando se levanta de descansar: ¿A quién bendecir…? ¿A quién
maldecir? A quién dejar en lista de espera… A quién evaluar. ¿Qué pasa con la realidad? ¿Quién se
arrepiente o quién no?
Y
allí siguen los cantantes, que como dioses menores descienden derrochando erotismo y galantería… nunca los
olvidemos. A veces (además de otras
cosas) ayudan a sobrellevar el día a día, el momento a momento… de lo que nos
está sucediendo…
Una
vez escuché en una Tertulia, hablar a dos sacerdotes católicos, de los grandes
altos grados de santidad que les había ayudado a alcanzar Satanás: el enemigo
de Dios… y todos los hombres.
Definitivamente esta creatura trabaja para Dios utilizando las
decisiones libres y responsables de los hombres…
¡Pero,
por favor… no nos olvidemos de nuestros cantantes preferidos…! Son demasiado
buenos… casi como ángeles…