Pequeño Diálogo…
ÉL: Hola, ¿Cómo
te llamas?
Ella: Amapola…
Él: No creo que
dures mucho tiempo aquí… eres muy bella…
Ella: Gracias a mi
creador… técnica y perfección. Aunque no creas, soy tan costosa, que hay
mucho público y pocas personas que pueden pagar por mí… muy pocas…
Él: Yo no quiero
y no puedo pagar por ti, solo deseo tu compañía… y quizá me enamoro…
Ella: Vas muy
deprisa: A ti te hizo un Surrealista, eres como un hombre fuerte y valiente:
envuelto en fuego azul…
Él: Únicamente
efecto visual, apoyado por teoría y técnica, como tú. A veces parezco agresivo,
pero mi creador en el fondo me hizo muy sensible…
Ella: Sonriendo
tranquilamente le dice: no llores… algún día te irás a un lugar mejor…
Nuestras vidas son tan simples… ser un cuadro…
Él: ¿De cuántos
cuadros has sido novia?
Ella: No sé…
Él: Pues a la
Gioconda le va muy bien, o a otros, que decoran casas, palacios y ¡hasta
museos…!
Ella: Si pero a la
final todos fueron hechos por seres humanos geniales, medianos o mediocres y no
por Dios…
Él: ¿Dios? ; ¿Qué es eso? ¿Es sabroso? Me inquieta esa palabra…
Ella: Tonto… Dios
es uno de los términos usados para nombrar a quien creó a los Humanos… y el
Universo…
Él: Entiendo lo
de Dios, ya lo sabía… Tú eres una mujer puntillista y yo un hombre surrealista:
¿Cuál es el problema de que seamos obras de arte entrelazadas por el Amor?
Ella: No somos de
verdad, ¿No entiendes?... Somos inanimados, dependemos de la interpretación de
los humanos, tanto de nuestros autores, como los que los critican, pero no del
verdadero Creador… somos recreaciones estériles… a veces geniales… a veces nos
respalda la Historia ¿del Arte será?
Él: ¿Quién te
enseñó esas ideas? ¡Pareces sacada de la Capilla Sixtina…! Dios nos creó
indirectamente y si hablamos: Algo de Alma debemos tener. ¿No? Mi bella, déjame
ser yo mismo y serás muy feliz a mi lado…
Ella: Estar a tu
lado no depende de mí… pero te aprecio mucho… hombre azul… eres sensible y
simpático.
Él: ¿Cuál es tu sueño más grande en el aquí y en el ahora?
Ella: Ya tú lo
sabes: ser humana, seguramente me dedicaría al Séptimo Arte… hasta que descubra
el Enigma del Infinito…
Él: Son sueños
muy plausibles… quizá la Divinidad te los conceda… estás llena de honor…
Ella: ¿Cuál es tu
nombre?
Él: Cirius (El
Arlequín en Flama Azul)
Ella: Encantada
Cirius… ya está amaneciendo… No quiero seguir hablando, gracias por
haber iluminado mi noche y haberme dado grata conversación…
Él: Gracias
Amapola seguiremos conversando en otro momento… recuerda que si tienes
sentimientos y palabras es porque estás viva y como ya te dije: Algo de Alma
debes tener: No seas inconforme... espero que hayas aprendido algo de mí...
FIN
ÉL: Hola, ¿Cómo te llamas?