MORA...
Un
lejano día, en un pasado remoto, en el año 2500 D.C. comenzó una gran crisis a
escala mundial alrededor de un producto manufacturado: ”La Mermelada de
Mora”. Inmensas muchedumbres comenzaron
a cambiar su dieta diaria y ya solo querían comer “Mermelada de Mora”.
Cuando ésta se agotaba en los Almacenes, comenzaban las protestas colectivas, huelgas de hambre de poblaciones y ciudades enteras (pues no comían otra cosa), amotinamientos, carros bomba, secuestros, etc...
Cuando ésta se agotaba en los Almacenes, comenzaban las protestas colectivas, huelgas de hambre de poblaciones y ciudades enteras (pues no comían otra cosa), amotinamientos, carros bomba, secuestros, etc...
Un
día fue invitado el “Vocero Oficial de los Adictos a la Mermelada de Mora a
nivel Global” a un programa de T.V.. La
presentadora le preguntó por qué el 80% de la población mundial se había vuelto
“controversialmente” adicta a la Mermelada de Mora en quince días
solamente. El Vocero respondió que la
razón era muy sencilla, y era que en ésta estaba la Vida y era el Divino Néctar
Manufacturado.
Notablemente
asombrada, la presentadora argumentó que se estaba presentando una gran crisis
mundial por esta razón: ¿Qué soluciones presentaban, en este instante los
fanáticos seguidores del Movimiento: MORA?, El Vocero dijo que no había ningún
problema, que la Humanidad se estaba acercando a su clímax máximo de evolución:
La monodieta, basada en la Mermelada de Mora, y que las Leyes del Mercado de
Oferta y Demanda además del Aparato Industrial Global y Alimenticio debían
adaptarse al proceso, nada más.
Además
agregó: Nuestro Lema es: ¿Quieren Moras?....Dales Moras...! Para que no mueran...sígueles dando Moras...!
De
repente el Vocero sacó de su Maletín una cajita con Moras frescas y terminó
diciendo una extraña y nueva oración dirigiéndose a las mismas frutillas, como
si estas fueran el objeto de su culto, y decía... porque en ustedes está la
Vida...!!!
La
audiencia en el estudio de grabación estalló enardecida en aplausos y gritos
(muchos ya comían moras en conserva) y se arrodillaron ante la cajita de
frutillas y adoraron ante los impávidos ojos de toda la humanidad por los
medios de comunicación de esa época.
Al
día siguiente comenzó un gran furor por toda la Tierra, se abandonaron todas
las formas de culto, comida y sazón conocidos, y no se hablaba de otra cosa
sino de las Moras, y toda la gente deseaba cultivarlas, aunque fuera en
invernadero.
Toda
la economía mundial se convirtió al movimiento:
MORA, y así es que afortunadamente hoy en día solo comemos y adoramos a
las Moras, base de nuestra actual felicidad.
Es
que comer Mermelada de Moras, tres o más veces al día es algo tan, tan
sublime. A la Humanidad entera le da
asco el solo pensar en otro tipo de alimento, porque solo en este precioso
fruto está la Vida, está la Vida. Que
hermoso, No?; quién iba a pensar que en un pequeño frasco con un exquisito
contenido adentro estaba la verdadera vida “tres veces al día”, casi sollozo de
la emoción. Gracias Glorioso Aparato
Industrial de la Tierra, porque a ti debemos que ahora todos podamos comer lo
que queremos: Mermelada de Mora. No nos
cambies nunca esta monodieta que nos ha ayudado a unirnos tanto, mil Gracias.