Motitas de Algodón de Azúcar...
Ubiquémonos al principio de la prehistoria, cuando el
hombre de alguna manera fue hombre… La Divinidad decidió darle un regalo a esta nueva creatura y
simplemente la Tierra fue rodeada, desde el cielo, de “motitas de algodón de azúcar”.
La gente abría la boca y la motita entraba automáticamente
en las fauces de quien la recibía… como un divertido juego… ¿Qué sentido tiene
esto? El que cada quien le quiera dar… y fueron muchos años cayendo motitas de
algodón de azúcar sobre estos nuevos especímenes, lo que comenzó como un rito se convirtió en cotidianeidad…
casi como una primicia de lo que sería el Maná… y después la Eucaristía. Esta motita causaba un profundo sueño en
mentes sin pasado, cuando estaba naciendo el lenguaje… en nuestros primeros
padres…
Todo era felicidad… una Tierra virgen… con comida
inocente… en gente inocente… en niños grandes y niños pequeños que meditabundos
contemplaban la magnificencia de la Creación y trataban de darle un sentido a
las cosas; el estreno de las cosas, todo era nuevo…
En esa partícula de polvo perdida en un extraviado
punto del universo, nuestro planeta Azul: la Tierra, donde estamos ahora… estas motitas hacían felices a todos, que
eran como infantes jugando a papá y mamá… con sus malvaviscos etéreos… todo era
inocencia, plenitud… simplemente Paraíso… todo había que descubrirlo y
definirlo: sin peligros de ningún tipo… había nacido el Amor…
Y al gran protagonista de esta Historia no lo hemos
despertado de su profundo sueño, el Inmenso: Inmensidad… la Divinidad… que con
sus propias manos preparaba cada motita de algodón de azúcar… desde que no
tomaba tan larga siesta…
Esto sucedió para que el hombre, por muy malo y vil que
se volviera con el tiempo… se acordara de aquella motita de algodón de azúcar
que una vez saboreó y lo que inspiraba: y que ahora estaba incrustada en su psiquis y genes.
El todo es volver a los orígenes… al principio… a ese “no sé qué” donde
todo es bondad… y es amor azul… amor con el que fue creado el Cosmos…
Los seres humanos somos los herederos de "las Motitas de Algodón de Azúcar" y lo que producen a partir del paladar: el Amor... Que así sea...
Los seres humanos somos los herederos de "las Motitas de Algodón de Azúcar" y lo que producen a partir del paladar: el Amor... Que así sea...