Fortalezas...
Una
vez a un muchacho “Elegido por su Misericordia” se le murió un gran amigo… y cuando
se enteró: la Sacristana lo agarró por los brazos con violencia… y solo le dijo
“tienes que ser fuerte…”. Y ese “tienes que ser fuerte” en medio de su gran
sensibilidad se le quedó grabado en su mente para toda la vida…
Pero
realmente “Elegido por su Misericordia” no era tan fuerte, pero tenía muchos
protectores (se iban unos y aparecían otros nuevos)… y ese huir de ciertas
situaciones… le ayudaba: No sospechaba lo que era… siempre acudían a él ángeles
guerreros y sabía muy bien cómo invocar el nombre de Dios y su protección,
aunque muchos lo hayan dejado solo en su misión… Mucho más que cualquier ficción
de “Cuento de Hadas… cinematográfico”: ¡Ángeles y Arcángeles venid en mi
defensa…!!!
Elegido,
elegido, elegido… por su Misericordia: Dios mío… a veces parece ¡que nos
castigas tanto…! Pero tenemos que ser fuertes del fuete de los emisarios que
nos prueban tanto…
Defiéndeme:
Tres veces defiéndeme… de lo que se ve y lo que no se ve… Porque a veces parece
que hay tantos corazones en guerra… que por ello hay guerra afuera de los
mismos… Hazme descansar en tu PAZ… que
retrocedan ante mí: Si tú… Dios; no me proteges: ¿Quién será capaz de hacerlo?:
Estoy solo en esto… Si me elegiste por la virtud de la Misericordia personal…
dame las herramientas para triunfar… y aprender a ser fuerte y defenderme
también… PODER en todas sus expresiones benefactoras… Ayúdame a construir una
Casa, para mí, para nosotros, para todos… Gracias…