Ángeles...!

Mi experiencia con los Ángeles: Ellos vinieron a mí encuentro cuando yo no era nada ni nadie... han venido a cuidarme y defenderme... de la peste que me rodeaba... buscando elevación... guardándome: Actuando con poder decidieron ayudarme y se entabló una una terrible batalla en mi mente, y fuera de ella, entre buenos y malos... Pero cuando ví que algunos humanos no tenían “fruto apacible de justicia” he debido desecharlos... Como por ejemplo: Aquellos encarnados que parecían o fingían ser preciosos a los ojos de Dios: pero cuyo corazón era desolado como las Almas que “vagan por lugares secos”... no-santidad; aparente piedad: en el fondo mediocridad espiritual... porque esta es una cuestión de espíritus -encarnados o no-  Una cuestión "en el Espíritu" que viene y va de allá arriba...!

Pero no es hora de recordar lo malo... es hora de celebrar y prepararse para contemplar, con mucha emoción, lo que nadie ha visto. Comienza la elevación en aquella escalera invisible... millares de espíritus me rodean... se pueden oír sus cantos... sus rezos... sus consejos... su armonía... su comunión... Todo lo bello a lo que me quieren impulsar... la Divinidad me espera: selecta...! en todas sus cosas: Exquisita, perfecta, plena de felicidad... Todos celebran... se pueden oír agudas entonaciones desconocidas para el oído humano... ángeles un millón de veces más grandes y poderosos que el sol... que hacen sospechar lo inexplicable de un Dios sin límites... que invita a cierto tipo de locura benévola e ideal. Dios que todavía no he visto “cara a cara”: "Abismo de Misericordia..."

Dios siempre estuvo allí, nadie le ha creado, no tiene principio ni final. Imposible cansarse de meditar en sus maravillas, de tratar de imaginarle, a Él y sus servidores cercanos (el Dios inevitable). Algo así como su familia más íntima... aquellos que le escogieron como opción... desde el principio... cuando se reordenó la Creación luego de la rebelión...

Y allí están los ángeles buenos y fieles... abriendo paso a la humanidad hacia aquel encuentro único y final... sin final. Porque esa es la idea, que tanta maravilla no tenga final... porque sino nada tendría sentido. No es necesaria tanta fe para saberle que existe, solo dejar la obstinación de un lado: y simplemente entregarse a esa Inmensidad perfecta de origen desconocido y un total misterio... rodeada de ministros servidores que no cesan de alabar su Gloria “día y noche” sin cesar... sin cansancio y por la eternidad...!  

Ángeles: Ellos vinieron a mí encuentro...! Un encuentro sin final...



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