Olvidé cómo te llamabas...

Como la ilusión de la primera vez, ella se dejó seducir; Ahora que se han fijado en su cerebro: su olor, sus hormonas, su modo de ser… No halla cómo borrarlo de su mente: A manera de un archivo inútil de un ordenador olvidado…

Está enamorada como una tonta, y tiene tantas cosas de qué ocuparse: ella es una persona muy importante que tiene múltiples compromisos que desarrollar y necesita su independencia emocional para tener serenidad… o por lo menos ser correspondida… y segregar muchas hormonas del bienestar… para no así vivir en esta tortura...

Ha tratado de acudir a la Divinidad pero ha sido en vano… un Corazón herido no es tan fácil de curar… Y lo peor es que casi no sabe quién es… todo fue tan estúpido… pero tan estúpido... y su olor… las circunstancias: su actitud… todo fue perfecto para que ella cayera en la trampa…

Es muy raro el hombre bello que se arriesga a darlo todo  a una sola persona: Y él fue quien tomó la iniciativa… es como una sinvergüenzura: ¿No? O es que no se pudo controlar ante el olor de esa hembra… su clase, estilo y manera de desenvolverse… Una joya: ella... y después él se dio cuenta de los compromisos… que lo atan…

Y si simplemente lo que le gusta es conquistar féminas por allí… que se atenga a las consecuencias.  Porque vendrá el día en que se encontrará con una peor que él… y lo dejará mal, simplemente en estado de maldición. Hay gente mala… y entre ellos el conquistador “en cuestión” ha de convivir con los primeros...

Movimientos calculados, palabras perfectas, sonrisas y carcajadas que parecen preludio de algo más, sensuales apretones de manos… galanes que como muñecos de azúcar se deslíen con solo un poco de agua amarga… Que Dios te perdone hijo… porque quizá no sabes con quien estás tratando y si sigues así: llegará el día en que lo que inspires no será como “la primera vez”…  será un vacío que no podrás llenar con nada… simplemente nada… 


Ella olvidó cómo se llamaba… y ahora solo le queda exibir al varón el trofeo, que no es trofeo, sino, verguenza pública... la verguenza de que su lozanía no le va a durar toda la vida… ya no  habrá gente incauta a quien engañar... y tendrás que pagar un alto precio por gozar solo con "mujeres baratas"... 


¿Qué quieres de postre? Por favor: Islas Flotantes, además de una buena Crema catalana... con un delicioso y helado vaso de agua mineral, Gracias... soy golosa, y esto de la autonomía emocional me encanta... así no me empalago tanto... Solo queda reír...

Ya ella está curada de su mal... Al final la Divinidad la ayudó...