Conversación con un Terapista…
Paciente:
No lo sé… esto es algo que llegó a mi Vida y que yo no pedí; Y desde ese
momento he estado investigando… porque fue tan fuerte lo que me sucedió… que
tan fuerte me he metido en el personaje: el personaje de Dios… y el personaje
se ha metido tanto en mí…
Terapista:
¿Qué te sucedió?
Paciente:
Me enfermé en manos de gente enferma a las que creía auténticos representantes
de Dios porque eran ministros de determinado Culto… y en esa enfermedad fue
como si hubiese una Revelación personal dirigida a mí… ¿A quién se le pueden
ocurrir estas cosas si no es a través de mi diagnóstico? Yo sé que cualquier
doctor me tildaría de “esquizofrénico paranoide” porque esto le ocurre a mucha gente… pero con
los años mi delirio se ha ido construyendo y perfeccionando hasta ser muy
completo (en mi propio lenguaje y símbolos)… y siempre estoy a la espera… en
estado de alerta: sé que Dios no se ofende: porque nunca hubo mala fe… de mi
parte… para que esto me sucediera… y tengo que fingir mi realidad interior que no expira... con lo que les muestro a los demás y convivir...
Terapista:
¿Y en qué consiste esa revelación?
Paciente:
Usted sabe cuando le conté lo del episodio de los vientos huracanados o lo de
la de pizza llena de jamón de cerdo y chorizo… No crea que no me di cuenta de
la cara que puso…
Muy
tranquilamente el Terapista le dice: ¿Y ahora, qué vas hacer con tu vida?
Paciente: No lo
sé… pero seguiré hurgando… investigando hasta que me atrape la Muerte, hasta
que me atrape la Vida. Investigando dentro de mí, fuera de mí… en
Dios… No es tan fácil llegar a Dios… o ser Dios…
Y
el Terapista traspasando las barreras propias de su rol le dice: “Tú eres muy
importante…”; ¿Así que fuimos nosotros los que escogimos a Dios y no Dios a
nosotros…?...
Paciente:
El asienta con la cabeza… sin mediar más comunicación que la visual y la
corporal…
El testigo invisible piensa ahora:
El paciente reía... y no le quedaba más remedio al Terapista que decirle: “Te ríes como si ni tú mismo te tomases en serio”… El no sabía, pero en su condición de Iluminado… con tres hospitalizaciones y cinco electroshocks encima: le provocaba reír de esta manera: Este mundo no le toma en serio: ¿Por qué habría de tomarse así mismo de tal manera? ¿Por qué busca él tanto poder, tanta Omnipotencia…? Es como su ADN personal…
El paciente reía... y no le quedaba más remedio al Terapista que decirle: “Te ríes como si ni tú mismo te tomases en serio”… El no sabía, pero en su condición de Iluminado… con tres hospitalizaciones y cinco electroshocks encima: le provocaba reír de esta manera: Este mundo no le toma en serio: ¿Por qué habría de tomarse así mismo de tal manera? ¿Por qué busca él tanto poder, tanta Omnipotencia…? Es como su ADN personal…
Paciente:
Aunque Doctor: estoy tan decepcionado de los distintos rebaños… y se suponía
que mi presencia iba a transformar al Mundo… pero no ha sido así… yo veo todo
peor… Por ello necesito ser omnipotente sin moverme de mi cama… sin dejar de
teclear en este ordenador…