Apoteosis Constante...



Me estoy convirtiendo en hombre...




...Me dijo una voz al oído: me estoy convirtiendo en hombre...  Pensé esto con relación al encanecimiento agresivo de mis cabellos y de mi barba en los últimos meses.  ¿Lo habré dicho por mí mismo o me lo dijo alguien o algo, que fuera de mí, me está poseyendo y se está materializando por mi medio?, ¿Será Dios, o una simple traición del subconsciente? ; ¿Serán las canas producto de tanta presión?  Ser Dios implica el manejo no solamente del bien, sino también del mal, es al hombre y a otras creaturas a quien les está prohibido el mal, pero no a Dios (recordemos aquel árbol primero del huerto del Edén y la caída del hombre: “es como uno de nosotros...”).  

Empresa harto delicada de desarrollar con éxito, para ser impecable en su ejecución (la del bien y del mal), por ello muchas veces me manejo entre tantos “supongo” o retiro prudentemente de la mesa juicios apresurados sobre todo por falta de una omnisciencia adecuada en ciertos temas.  

Y por aquello de querer especular, a lo mejor, tú Dios, todavía no eres totalmente hombre, ni yo tampoco soy totalmente Dios.   Pero supongo que estamos en ese proceso de fusión que todavía estoy asimilando, y que deseo que se cumpla con mucho placer. 

Si he hallado la gracia necesaria y perfecta para que el Dios verdadero, el Dios de Israel: Oiga mi gemir y mi necesidad para que se haga hombre en mí... acepto el desafío: solamente una cosa pide mi alma, que llenes mi mente de ti todos los momentos de mi vida, porque no tenerte, aunque sea durante un segundo, significa: vacío, tristeza y muerte, que empañan mi alma y la hacen hundirse en tristeza muy profunda... Y he allí la señal: “...Has amado la justicia y aborrecido la maldad...”; solamente tú Dios puedes propiciarla (la señal...) a cabalidad...

Y así cuando la plenitud del bien, el mal y mucho más allá, o sea, de Dios y todo aquello que podamos imaginar, habite en mi vida con todo su furor, seré libre y podré cohabitar con el Altísimo en un escenario de carne y hueso, escogiendo y desechando, no importará si viva o muera, si me pudra o resucite, ya todo será igual... porque ésta ha sido la manera como he interpretado libremente mi relación con Dios... porque ya no necesitaré mentores que me digan qué hacer con mi soberana existencia y con el destino del universo...

Así que se me ocurre que yo deba investigar en qué consistieron (en el seno del judaísmo) los mesianismos históricamente alternativos  al de Jesús de Nazaret, antes y después de su aparición e inserción en la “Historia”; ya que aspirar “a” sin manejar esta información seria una laguna lamentable de tener en mi camino, por supuesto que de ello casi nada se habla en las aulas de los cristianos paganos, aunque  ésta ha  sido una excelente escuela. 

Si no investigo sigo siendo ignorante... Una cosa si me advierte Dios, la investigación debe ser cautelosa y silente, incapaz de levantar sospecha alguna... de nadie... De todas maneras, el libre ejercicio del mal, ni a mí, ni a Dios nos interesan, se los regalamos a ustedes, a los que han escogido vivir y construir un mundo y una realidad alrededor de la iniquidad... Y a la Humanidad solo le queda un camino: volver a una perfecta y primigenia inocencia....




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