Profundo...
...Señor, clávame, entiérrame y
húndeme en el pecho, con todo tu poder, en el corazón: la daga de tu amor. Así estalle mi alma en mil pedazos. Y pueda entonces amarte sin obstáculos ni
opresión. Para poder ser libre, libre de
culpa ajena y mezquina, que sin ninguna piedad busca mi destrucción. Padre: Entiérrame mucho más profundo esa
daga, para entender lo ininteligible: Tú eterno Amor, que con Jesús has venido
al mundo, a este miserable mundo que no te tiene ningún pudor... Señor:
Entiérrame la daga, entiérramela por favor...! Porque entiendo perfectamente el
pavor eterno de aquellos que se van en
un horizonte sin final... sin Dios.
Entiérramela Padre, entiérramela por favor, que este lamento ya parece canción,
canción de demasiado dolor...